1982 | El liderazgo de la Umma
El levantamiento islámico no consiste en una sublevación popular que sacuda los pilares de la injusticia y ahí se acaba todo. No es una ofrenda mitigadora, placentera y salubre que los hombres de Dios hicieran a la nación. No es un conjunto de procedimientos administrativos que arreglaran el asunto del pueblo, una vez llevadas a la práctica. Levantamiento implica, como no nos cansamos de repetir, que volvamos a ser una nación perseverante, tal y como lo éramos, bien guiada, cuya voluntad, libre, es la que decide su destino, que impone su decisión con la fuerza que generan unos brazos productivos, con el planteamiento que hace una mente liberada de la superstición, de la filosofía del sacrilegio, con la organización del potencial humano y económico. Que nuestro asunto sea una consulta (Chura) entre nosotros. Que la nación asuma el peso del presente y del futuro.