1962 | Cómo escribir una redacción pedagógica
No nos engañamos al afirmar que este libro tiene una virtud suprema que permite que cualquier principiante se convierta en un artista en el campo. Partimos de un hecho flagrante: los escritos de los estudiantes de las escuelas de los profesores que pasan sus exámenes finales, como los profesores temporales que se presentan en el examen de Aptitud sufren de muchas deficiencias lingüísticas, a nivel de las ideas y del argumento. Como resultado, hemos incluido en este librito algunas recomendaciones que dirigimos a nuestros estudiantes y cuyo efecto se refleja en su formación para que el beneficio sea general.